Derechos Humanos

Los derechos humanos son, desde la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, el estándar internacional que garantiza el reconocimiento de libertades individuales y condiciones de vida dignas a todas las personas del mundo.
Redeia mantiene un compromiso explícito y público con el respeto y la promoción de los derechos humanos en el desarrollo de su actividad y lleva a cabo procesos de debida diligencia anuales para asegurarse de que así sea. El resultado de este proceso siempre ha evidenciado que la compañía tiene un nivel de riesgo bajo, aplica los controles adecuados para su gestión y revisa las relaciones antes de su formalización; por tanto, hasta la fecha no ha sido necesaria la implantación de ninguna acción de remediación. Sin embargo, con el fin de garantizar la mejora continua en este ámbito, Redeia revisa periódicamente la normativa interna que rige este mecanismo.

Redeia dispone de un Modelo de gestión de los derechos humanos aprobado por el Comité Directivo de Sostenibilidad, que estructura y sistematiza las acciones de la compañía para proteger y respetar los mismos, y para remediar cualquier riesgo que se pueda causar en este ámbito. Este modelo de gestión sigue la metodología definida por los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, propuesta por la Organización de Naciones Unidas (ONU), y es desarrollado en los siguientes cuatro elementos:

Elementos del Modelo de gestión de los derechos humanos de Redeia

Redeia mantiene un compromiso explícito de respeto y protección de los derechos humanos en todos los territorios y países en los que opera con especial atención a los grupos vulnerables, y como tal lo inculca en la cultura empresarial a través de los 10 Principios de respeto a los derechos humanos, recogidos en el Compromiso con la promoción y el respecto de los derechos humanos, del Código Ético y de Conducta y de la Política de Sostenibilidad de Redeia. Estos Principios, que se revisan periódicamente, se han elaborado tenido en cuenta los derechos humanos reconocidos internacionalmente (en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el Convenio Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en los convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo, en los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en el Convenio Europeo de Derechos Humanos y en la Carta Social de la Unión Europea), los sectores en los que Redeia desarrolla su actividad y los mecanismos de reclamación que la empresa pone a disposición de sus grupos de interés.

El Compromiso de Redeia con los derechos humanos incluye el respeto y la promoción de los Derechos Humanos internacionalmente reconocidos. Debido a los sectores y la geografía en la que opera, los principales riesgos de Redeia en esta materia son el trabajo forzoso, el trabajo infantil, la trata de seres humanos, la libertad de asociación, la negociación colectiva, la igualdad de remuneración, la discriminación, la salud y la seguridad, el trabajo decente, la privacidad y la seguridad de los datos, la identidad y los derechos sociales, culturales y económicos de los pueblos indígenas, la propiedad privada, el medio ambiente saludable y la gestión ética.

También enumera los titulares de derechos sobre los que el desarrollo de las actividades de Redeia podría tener un mayor impacto. Se trata de empleados, mujeres, niños, indígenas, trabajadores inmigrantes, empleados de terceros, comunidades locales, personas con discapacidad, grupos LGBTI, minorías étnicas, propietarios de terrenos potencialmente afectados por la compraventa de terrenos y dueños de propiedades y terrenos en las proximidades de las instalaciones existentes y, por supuesto, la sociedad en su conjunto.

Las normas internacionales, las tendencias actuales y los derechos emergentes, así como los posibles hallazgos de los distintos canales de denuncia, se analizan anualmente para identificar posibles nuevos derechos humanos sobre los que Redeia, por su sector o ubicación geográfica, pueda causar algún impacto. Este análisis también se pone en marcha, en el caso de un cambio de perímetro de la compañía.

Con el objetivo de extender este comportamiento a lo largo de la cadena de suministro, la obligación con los derechos humanos se amplía a los proveedores a través del Código de conducta para proveedores.

Adicionalmente, la compañía desarrolla las herramientas necesarias en materia de debida diligencia en integridad y derechos humanos, tanto para actividades propias como en su relación con terceras partes, con el fin de mitigar el riesgo de que Redeia se vincule con terceros asociados a conductas contrarias a sus valores éticos.

La compañía desarrolla desde 2013 análisis anuales de debida diligencia con alcance a todas las empresas de Redeia (incluyendo ARGO y TEN), para identificar posibles riesgos en materia de derechos humanos derivados de su actividad directa e indirecta.

La debida diligencia es el proceso mediante el cual se identifican, evalúan, remedian, mitigan y previenen, los impactos que la compañía pudiera tener sobre los derechos humanos. Este mecanismo, que está regulado en la normativa interna de la compañía en la “Guía de actuación de debida diligencia en derechos humanos para actividades propias” consta de tres etapas:

  • Determinación de los impactos, potenciales y reales, en derechos humanos: a partir de los derechos humanos y de los titulares de derechos sobre los que Redeia tiene mayor posibilidad de impactar, así como de las posibles vulneraciones identificadas en los canales de contacto de la compañía, se envía un cuestionario a un número determinado de grupos de interés internos, para identificar los impactos negativos, potenciales y reales. Estos impactos son priorizados y evaluados con una metodología propia basada en la probabilidad de ocurrencia del impacto y la severidad del mismo. El resultado es un mapa de riesgos de los derechos humanos sobre los que Redeia tiene más posibilidad de impactar, que se actualiza de manera anual.
  • Implementación de medidas de prevención, mitigación y remediación de riesgos relacionados con derechos humanos: con base en los resultados de la priorización de los impactos, Redeia integra las conclusiones en las funciones y procesos de la compañía, y plantea e implementa las medidas de prevención y/o mitigación de los riesgos identificados con objetivos concretos de mejora. Ante cualquier vulneración de derechos humanos identificada, Redeia debe reparar el daño ocasionado y garantizar el acceso a la justicia de las víctimas.
  • Seguimiento de las medidas implementadas: para conocer la efectividad de las medidas implementadas, se llevan a cabo evaluaciones periódicas con base en los indicadores cualitativos y cuantitativos previamente definidos, al menos cada doce meses. En el caso de que los resultados no hayan sido los deseados y/o perdure el daño ocasionado, se deben revisar las medidas implementadas y, si fuera necesario, realizar consultas a los empleados y a las partes interesadas externas para construir nuevas soluciones en colaboración con los afectados.

El resultado de este proceso siempre ha evidenciado que la compañía tiene un nivel de riesgo bajo, aplica los controles adecuados para su gestión y, por tanto, hasta la fecha no ha sido necesaria la implantación de ninguna acción de remediación. Sin embargo, con el fin de garantizar la mejora continua en este ámbito, Redeia revisa periódicamente la normativa interna que rige este mecanismo.

En línea con este procedimiento, durante 2022 se ha llevado a cabo un mapeo de los riesgos en el ámbito de los derechos humanos de las empresas que forman parte de la compañía, teniendo en cuenta la regulación internacional, las tendencias actuales, los derechos emergentes y los canales de denuncia. De esta identificación se extrae que, por los sectores en los que se enmarca, los principales riesgos de Redeia en materia de derechos humanos están relacionados con el trabajo forzoso y/o infantil, tráfico de personas, libertad de asociación y de negociación colectiva, igualdad salarial, discriminación, salud y seguridad, trabajo decente, privacidad y seguridad de los datos, identidad y derechos sociales, culturales y económicos de los pueblos indígenas, propiedad privada, medio ambiente saludable y gestión ética. En ese sentido, Redeia cuenta con políticas, compromisos y mecanismos de control para minimizar estos riesgos, asegurar el respeto de los derechos humanos y remediar posibles vulneraciones de los mismos.

Asimismo el proceso de debida diligencia ha determinado que las actividades de la compañía en ningún caso transgreden los derechos humanos de ningún titular de derechos. Es necesario señalar que, si bien Perú cuenta con población indígena, no existen poblados o comunidades indígenas en el área de influencia directa de las actividades de Redeia y, por tanto, no existe afectación a dicho colectivo. Además, en su Compromiso con la promoción y el respeto de los derechos humanos, la compañía se compromete a respetar la libertad y los derechos de las minorías étnicas y de las comunidades indígenas.

Adicionalmente, la compañía traslada su compromiso en materia de integridad y derechos humanos a las terceras partes con las que mantiene o pretende mantener relaciones de cualquier naturaleza, y aplica medidas de debida diligencia en función del riesgo del tercero, a través de la “Guía de actuación de debida diligencia en integridad y derechos humanos para terceros”. Redeia realiza un análisis previo a la formalización de las relaciones con terceros para obtener información sobre su integridad y respeto a los derechos humanos, centrándose en los empleados, los grupos vulnerables, los propietarios de tierras y la sociedad en su conjunto. Para ello, se han establecido una serie de medidas de diligencia debida que se aplican en función del riesgo del tercero y de las características de la relación prevista. Este proceso se lleva a cabo siempre que se inicia una relación con operaciones corporativas, socios comerciales, agentes externos, administradores, equipo directivo, entidades colaboradoras del entorno social, propietarios y titulares de terrenos, proveedores y clientes.

Redeia dispone del Canal ético y de cumplimiento accesible a todos sus grupos de interés, como mecanismo formal de respuesta ante consultas y denuncias relacionadas con los derechos humanos. La compañía cuenta también con otros canales de comunicación, donde pueden trasladar sus inquietudes en relación con este ámbito, como el Servicio DÍGAME que gestiona las reclamaciones y atenciones de los grupos de interés externos y el Canal ASA (Atención y Soporte de Aprovisionamientos) para la atención específica a proveedores. Adicionalmente, se promueve y mantiene una relación permanente con las áreas locales en las que se está presente.

A fin de tratar adecuadamente las solicitudes de los grupos de interés ante posibles vulneraciones de los derechos humanos, Redeia proporciona formación continua a los empleados que gestionan estos canales.

Redeia publica anualmente los resultados del proceso de debida diligencia en derechos humanos, incluyendo los impactos potenciales y reales identificados así como las medidas adoptadas y los resultados de las mismas, a través del Informe anual de Sostenibilidad. Asimismo, hace público el Informe anual de gestión de la ética que incluye un análisis de las posibles denuncias recibidas en esta materia.

Periódicamente la compañía impulsa actuaciones de comunicación y sensibilización interna y externa dirigidas a empleados y proveedores de la compañía.

2022 ha sido un año de progreso en materia de los derechos humanos, habiendo llevado a cabo diversas acciones que permiten a Redeia estar en la vanguardia de su protección. Debido a que los impactos en los derechos humanos son dinámicos, es necesario mantenerse alerta de manera constante. Por eso, Redeia actualiza los resultados de su procedimiento de derechos humanos de manera anual. En este sentido:

  • Se ha revisado el mapa de riesgos de derechos humanos, analizando que la actividad de Redeia no haya generado impactos en nuevos colectivos y que los derechos humanos prioritarios sobre los que se tiene más posibilidad de impactar por sector y geografía, no se hayan visto incrementados.
  • Se ha actualizado la priorización y evaluación de los impactos negativos, potenciales y reales, de acuerdo con la metodología propia, basada en la probabilidad de ocurrencia del impacto y la severidad de este.
  • Se han integrado las conclusiones del mapa de riesgos de derechos humanos en las funciones y procesos de la compañía e implementación de medidas de prevención y mitigación de los riesgos. No ha sido necesario llevar a cabo ninguna medida de remediación.
  • Se ha revisado que todos los riesgos caracterizados estén cubiertos por procedimientos internos, presentando al menos un nivel de protección alto (riesgo cubierto por una estrategia, plan o iniciativa concreta a nivel compañía) de manera que su probabilidad de ocurrencia o la gravedad de su impacto sean muy bajas.

 

Procesos implementados para mitigar los riesgos en derechos humanos”

Durante 2022 se han llevado a cabo actuaciones de mitigación para aquellos riesgos concretos que presentaron mayor probabilidad de ocurrencia en la anterior evaluación, estando relacionados, en su mayoría, con condiciones laborales y por lo tanto, con empleados. Estas fueron:

  • Desconexión digital: desde la identificación de este riesgo, Redeia ha trabajado en varias acciones para mitigarlo.
    • Redeia cuenta con un procedimiento de desconexión digital, aprobado en febrero del 2022. Para asegurar su correcta implantación se ha acompañado de un plan de comunicación dirigido a la sensibilización de la importancia de la desconexión digital y se han desplegado medidas dirigidas a mejorar la salud y calidad, con consejos a los empleados sobre cómo aplicar de manera efectiva la desconexión digital.
    • Durante el 2022, el colectivo de oficina ha disfrutado del trabajo remoto parcial, pudiendo desarrollar sus actividades laborales desde sus domicilios en jornada de tarde (un 17% de la jornada laboral).
    • Asimismo, desde 2022 se puede disfrutar de la flexibilidad espacial, el 54% de la plantilla dispone de la posibilidad de trabajar en remoto en torno a un 47% de sus días laborales anuales, pudiendo elegir hacerlo desde hasta dos ubicaciones diferentes (primera y segunda residencia generalmente).
  • Exceso de horas de trabajo: este riesgo también se identificó como de probabilidad de ocurrencia media. Para mitigarlo, la empresa está desarrollando algunos proyectos.
    • En 2023, Redeia está avanzando en el proyecto del nuevo sistema de gestión de tiempos “on-time”, a partir del cual se van a elaborar reglas que garanticen los horarios máximos de las jornadas laborales, entre otras mucha medida de desconexión digital.
  • Riesgos psicosociales derivados de la excesiva carga de trabajo, el estrés, la falta de motivación, el clima laboral negativo, etc., también se identificó como un riesgo probable. Para mitigar este riesgo, Redeia:
    • En 2022 se ha llevado a cabo el proyecto “Emoción”, para incorporar la gestión emocional a la prevención de riesgos laborales en aquellas actividades de mayor riesgo. Este proyecto se ha desplegado en tres vertientes:
      • Inclusión de la percepción emocional en las charlas de seguridad antes de comenzar los trabajos.
      • Formación de los líderes en gestión emocional.
      • Aplicación en la prevención de riesgos laborales mediante la evaluación del perfil emocional de cada grupo participante y la determinación de sus competencias de seguridad, a través de una metodología que relaciona la personalidad y la siniestrabilidad.
    • Adicionalmente, se ha activado de nuevo un servicio de apoyo a las personas. Este servicio de asistencia psicológica surgió para dar respuesta al impacto que podía producir en la salud psicosocial la pandemia del COVID-19 y actualmente se ha implantado de nuevo. El servicio garantiza una asistencia psicológica a distancia, a través de un teléfono de consulta, o del correo electrónico. Todas las personas de Redeia pueden hacer uso de este servicio.

Encontrará más información sobre estas y otras medidas en la Memoria de Organización Saludable 2022.

 

Seguimiento de los procesos implementados para mitigar los riesgos en derechos humanos

Redeia desarrolla un sistema de seguimiento que analiza el funcionamiento de las medidas de mitigación del impacto potencial e identifica si ha conseguido prevenir su aparición o mitigarla.

Del mismo modo que los derechos humanos, las medidas de mitigación también deben tener una supervisión constante y monitorear su efectividad. En ese sentido, se ha reevaluado la posibilidad de ocurrencia de estos eventos con empleados de Redeia para ver si las medidas de mitigación han surgido efecto.

  • En el caso de los riesgos psicosociales, la probabilidad de ocurrencia ha disminuido su puntuación en un 25% con respecto a lo valorado en 2022, mientras que la percepción de las horas excesivas de trabajo, ha disminuido más de un 10%.
  • Por su parte, las medidas de desconexión digital han disminuido la probabilidad de ocurrencia de este riesgo un 9%.

 

Medidas de remediación

Hasta la fecha, no han sido necesarias acciones de remediación, porque ningún riesgo se ha materializado.

Sin embargo, Redeia, consciente de que los riesgos en derechos humanos son dinámicos, sigue revisando periódicamente que estos no lleguen a materializarse.