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Con la finalización de la última glaciación cuaternaria, el clima cambia y las especies fueron colonizando los territorios del norte de forma estacional. Durante más de 20.000 años las aves han viajado desde los refugios del sur y han ido adaptando su morfología y fisiología a lo que se convertiría en un hábito de supervivencia ante la estacionalidad de los recursos.
Estas adaptaciones se incorporaron a su genética, que también fue registrando ciertas instrucciones de comportamiento como cuándo, cuánto tiempo y hacia dónde tienen que ir. Las aves, desde que nacen y de forma instintiva, saben que en un momento determinado de su vida tienen que viajar en una dirección concreta y durante un tiempo determinado, y de este modo, emprenden un largo viaje desconocido pero con la información suficiente para no equivocarse en su destino.
Un programa de viaje perfecto que, aprendido a lo largo de miles de años, empezó a cambiar hace 40, según los registros científicos. Las zonas húmedas desaparecen y los entornos donde se alimentan estas aves viajeras cambian. El exceso de población, la sobreexplotación, la deforestación o la contaminación, agentes favorecedores del cambio climático, son ejemplos de que la actividad humana tiene un gran impacto sobre los ecosistemas y la biodiversidad.
Una de cada ocho especies de aves en el mundo está amenazada en la actualidad. Su extinción o su declive, o las alteraciones en sus hábitats y en sus ciclos migratorios son una importante señal del estado físico de nuestro planeta.
"Las poblaciones de aves están entre los mejores indicadores de observación del cambio climático", asegura Alejandro Onrubia, coordinador científico de la Fundación Migres, porque son muy sensibles ante las variaciones atmosféricas y, en consecuencia, se han convertido en los mejores bioindicadores de los cambios ambientales que se están produciendo por los efectos del calentamiento global.
El aumento de las temperaturas está provocando que millones de aves estén modificando sus flujos migratorios acortando distancias o desplazando sus movimientos más al norte, haciéndose sedentarias en zonas donde antes no lo hacían, o incluso, desacoplando los calendarios de estos traslados y sus ciclos biológicos, cambios que ponen en peligro su supervivencia y favorecen la disminución de sus poblaciones.
Proyectos relevantes de conservación de la avifauna
Seguimiento, conservación y recuperación de la población del águila imperial ibérica
Programa desarrollado en el Espacio Natural de Doñana, promovido por la Junta de Andalucía. Colaboración desde el 2015 mediante la aportación de vehículos para el seguimiento de la especie, una grúa para las actuaciones sobre nidos y de alimentación suplementaria para la época de reproducción.
Gracias al proyecto, por primera vez desde 1982, la totalidad de la población en Doñana se reproduce y ha conseguido incrementarse con el nacimiento de 35 pollos que han volado de los nidos.
Implementación de plataformas de nidificación para el águila pescadora en la provincia de Cádiz
Participación desde el 2011, en colaboración con la Fundación Migres y la Junta de Andalucía, para la conservación de esta especie de elevada vulnerabilidad en toda España, con la instalación de plataformas de nidificación en apoyos eléctricos en el embalse de Barbate y marcaje de pollos.
Las 3 plataformas instaladas han contribuido a crear una población estable, consiguiendo que la especie vuelva a nidificar en Andalucía, donde no se reproducía desde los años 80, con un balance de 30 nuevos pollos que han volado de los nidos.
Reintroducción del águila de Bonelli en Mallorca
Localizado en la sierra de Tramontana y en colaboración con la Fundación Natura Parc y con el gobierno de Baleares en anteriores ediciones, se han liberado ejemplares y creado 8 parejas territoriales equipadas con radiotransmisores para el control y seguimiento intensivo de la nueva población, el estudio de su dispersión y evaluación de su supervivencia, con el éxito reproductivo de 5 parejas y 8 pollos volados en el 2018. El objetivo final es el de conseguir en diez años una población estable de 10-15 parejas reproductoras.
Recuperación del águila real en Galicia
En colaboración con GREFA y la Xunta de Galicia, se han liberado desde el 2011 un total de 12 ejemplares mediante la técnica de hacking y se han creado 5 parejas territoriales. Desde el 2013 han nacido un total de 3 pollos dentro del territorio del Parque Natural del Xurés, hecho que no ocurría desde el año 1997, lo que supone un incremento de la población reproductora.
Recuperación del águila real en Navarra
EColaboración con el gobierno de Navarra para la captura y equipamiento con radiotransmisores de 4 águilas. En su seguimiento, dos de ellas utilizan los apoyos de las líneas de transporte eléctrico de la zona como oteadero, reposo y dormidero.
Reintroducción del buitre negro en Castilla y León
Colaboración con GREFA y la Junta de Castilla y León en la Sierra de la Demanda (Burgos) como continuación del programa de recuperación en Pirineos. En el 2018 se liberaron 19 ejemplares, 3 en Boumort (Pirineos) y 16 en la Sierra de la Demanda, se crearon 16 parejas territoriales y nacieron 8 pollos en Boumort.
Seguimiento de áreas de campeo y movimientos de la hubara canaria
En colaboración con el Museo de Ciencias Naturales (CSIC). Entre el 2017 y 2018 se realizó la captura, marcaje y seguimiento de 22 machos y 13 hembras, todos capturados en la isla de Lanzarote.
Efectos del cambio global y local en las poblaciones ibéricas de alimoche en Cataluña
En colaboración con la Universidad de Barcelona, en el 2018 existen 23 territorios ocupados y se han marcado 6 individuos con trasmisores. La información obtenida es muy útil para el análisis de patrones migratorios y de uso del espacio en invernada.
Incidencia real de la alimentación suplementaria sobre la ecología espacial y reproductora del águila azor perdicera en la Comunidad Valenciana
En colaboración con la Universidad de Alicante y la Generalitat Valenciana, a través de esta iniciativa se han capturado, marcado y radio seguidos un total de 31 ejemplares de águila perdicera pertenecientes a 13 territorios distintos. Los puntos de alimentación suplementaria son utilizados por las águilas reduciendo su área territorial y con ello el gasto energético necesario para su alimentación.
La conservación de la avifauna, un compromiso a largo plazo
Conservar las especies y sus hábitats es una responsabilidad de la humanidad. La Unión Europea aprobó en el 2010 las directivas de hábitats y aves en el marco de la legislación europea de conservación de la naturaleza cuyo objetivo no solo alcanza el detener el declive o desaparición de las especies, sino de recuperarlas para conseguir que prosperen a largo plazo.
Red Eléctrica trabaja desde hace años en favorecer todos los hábitats donde sus instalaciones están presentes y a las especies que residen en los mismos, especialmente a la avifauna. “Para la compañía –afirma Antonio Calvo, director de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad- las aves son especialmente relevantes por su interacción con las instalaciones de transporte eléctrico, y por ello muchas de ellas cuentan con planes de protección”.
Su responsabilidad con el medio natural se ha incluido en los ejes estratégicos del Grupo a través del Compromiso de Biodiversidad, extensivo a todas sus empresas, que también contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en esta materia. “Este compromiso con los ODS ratifica que el Grupo asume la conservación de la biodiversidad como principio fundamental en el desarrollo de su actividad”, añade Antonio Calvo.
En el caso de la protección de la avifauna, ha materializado este compromiso con una inversión cercana a los 5 millones de euros, destinados al desarrollo de iniciativas dirigidas a la protección y conservación de aves en riesgo de extinción o altamente vulnerables, que están obteniendo resultados muy positivos y apuntan ya al asentamiento de poblaciones estables con la creación de nuevas parejas y el nacimiento de nuevos ejemplares.
“El Grupo Red Eléctrica asume la conservación de la biodiversidad como principio fundamental en el desarrollo de su actividad”
Antonio Calvo. Director de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Red Eléctrica