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Tres pollos de águila pescadora han nacido en un nido artificial instalado en una de las torretas de alta tensión de Red Eléctrica de España localizada cerca del embalse de El Rocinejo, en la provincia de Cádiz. Con estos pollos, que se encuentran en perfectas condiciones y ya han sido anillados por personal técnico de la Consejería de Medio Ambiente, la población estable en Andalucía de águila pescadora supera ya los 20 ejemplares.
El águila pescadora había dejado de estar presente en la región andaluza desde hace más de tres décadas hasta que, el pasado año, nacieron las primeras crías como resultado de un programa de reintroducción de la rapaz en zonas de Huelva y Cádiz.
La construcción del nido ha estado motivada por la insistente costumbre del macho, reintroducido en Andalucía en el 2008, de utilizar la torre eléctrica como posadero habitual durante sus estancias migratorias, lo que llevó a los expertos a pensar que ese podría ser un excelente lugar para el establecimiento de una pareja reproductora.
Red Eléctrica de España recibió la propuesta y valoró el alcance del proyecto hasta llegar a un acuerdo con la Consejería de Medio Ambiente andaluza para facilitar la construcción de una plataforma en la que se pudiera alojar el nido donde instalarse una pareja y hacer la puesta. Construido el nido en el invierno del 2010, el macho de pescadora no tardó mucho tiempo en emparejarse y a los dos años, tuvo lugar el nacimiento del primer pollo en esta singular instalación; un feliz acontecimiento que se ha repetido de nuevo esta primavera, con una nidada de tres nuevas crías.
Antecedentes
El programa de reintroducción del águila pescadora en Andalucía es una iniciativa pionera de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que encomendó la dirección científica a Miguel Ferrer, profesor de investigación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y presidente de la Fundación Migres. Se inició en el 2003 con la suelta de cuatro pollos de seis semanas de edad, procedentes de Finlandia, que se acomodaron en un nido artificial construido a orillas del embalse del río Barbate (Cádiz).
Tras esa primera experiencia, se incrementó a una media de 20 pollos anuales el número de ejemplares trasladados. En total, hasta la fecha, se han reintroducido 164 pollos de la especie: 86 en el sur de la provincia de Cádiz y 78 en el Paraje Natural de las Marismas del Odiel (Huelva). El objetivo consiste en restablecer una población reproductora viable de águila pescadora en la España continental, donde no cría desde los años ochenta del pasado siglo.
Para lograrlo, se ha recurrido a la técnica del hacking o cría semi-campestre, que consiste en extraer pollos de sus nidos originales y trasladarlos a otros artificiales, en los que permanecen hasta que son capaces de volar por sí mismos. De este modo, los juveniles identifican el área de reintroducción como su área natal, a la que regresarán para criar cuando alcancen la madurez sexual.
Éxito del proyecto
Hasta la fecha, el balance del proyecto es altamente positivo. El primer hito alcanzado fue el establecimiento, en el 2005 y el 2006, de una pareja reproductora en el embalse del Guadalcacín, a unos veinte kilómetros del punto de liberación establecido en el sur de Cádiz. El segundo hito fue la constatación del retorno a sus áreas de suelta de las primeras pescadoras reintroducidas, tras una permanencia de dos años en los cuarteles de invernada africanos.
En abril del 2009, se produjo un tercer y definitivo acontecimiento: en el Paraje Natural Marismas del Odiel, eclosionó el primer huevo de una pareja de ejemplares procedentes del proyecto: nacieron tres pollos. En el 2010, la misma pareja sacó adelante otro nuevo pollo y en el 2011, dos individuos más. En el 2012, seis parejas reproductoras se han instalado ya en distintos territorios de las provincias de Cádiz y Huelva, y han sacado adelante un total de 10 pollos, confirmando así el éxito del proyecto.
Esta sucesión de aciertos se debe, entre otras cosas, a los trabajos de gestión que han acompañado a la suelta de aves y que han propiciado las condiciones óptimas para la cría de los ejemplares que regresan, como ha sido el caso de la instalación del nido en una torre de alta tensión de Red Eléctrica de España; la construcción de torretas especiales y posaderos; el seguimiento de las poblaciones; la vigilancia para evitar molestias y daños; el anillamiento de la especie, etc.